Me faltan apoyos, me sobran
ganas de ser escuchada. Y volvemos a lo de siempre: Decepciones y mi.. mi forma
de evadir toda la realidad, de camuflar mis problemas detrás de un "estoy
bien, ¡no te preocupes!". No puedo pedir a nadie que me lea mente, ni
siquiera que lean entre líneas cuando a veces ni digo nada entre cada uno de
los renglones de mis escritos. No puedo pedirle a nadie que me abrace cuando
tengo ganas de llorar. No puedo pedirle a nadie que esté a mi lado, aunque sea
en silencio. No puedo pedir nada. Y otra vez, la culpa es mía y
ahora lo único que necesito es un abrazo, a
alguien que no me diga que no se va a ir nunca sino que me lo demuestre.
Necesito a alguien que me haga hablar de todo esto, pero sin que me lo
pregunte, sin darme cuenta, sin que me agobie. Necesito a alguien que me ayude
a evadirme, que me haga olvidar de todos mis problemas. Necesito a alguien que,
simplemente, esté ahí desinteresadamente, incondicionalmente y que no sea algo
temporal...
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