Perdí la noción de lo que está bien y lo que está mal. Me gustaría en estos momentos que volvieran mis ganas decrecer como persona y cambiar al mundo, pero estoy tan lejos de eso. El hecho de saber que actúo mal me condena el doble. Hago lo que creo que siento, hago lo que me sale, estoy dejando de pensar, por miedo a que la moral acabe enfrentándose con lo que siento. ¿Y que hago? ¿para donde voy? Nadie sabe decirme con certeza, pero francamente ¿qué importa lo que dicen los demás? si al fin y al cabo la que terminará cosechando los frutos de sus decisiones soy yo, y nadie compartirá la culpa del daño que pueda causar o no. Mi corazón late, siente, habla, tiene miedo quizás, pero rebalsa egoísmo. Mi cabeza da vueltas, va y viene, piensa en la posibilidad de arrepentimiento ante cualquier decisión, duda, rechaza la idea de lastimar a alguien, pero aveces eso se va un poco de las manos. Es fácil hablar, pero cuando la vida te aprieta así, decisiones como estás son las que te marcan como persona.. Nunca olvidar que "el conocimiento nos hace responsables".

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