Tú me prometías un para siempre, yo te llevaría al cielo. Tú disfrutarías de mi locura, yo me enamoraría de tus vicios. Seríamos unos enamorados más, pero unos enamorados con suerte. Pero sabíamos que no todo nos iría bien, que algún día habría problemas y  por eso acordamos guerras, guerras de cosquillas donde ambos acabábamos ganando. Después de tantos planes me abrazaste y te juro que por un momento sentí que éramos eternos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario