Ahi algo en ellas que destaca, algo que no tiene nadie, no me a costado mucho tiempo averiguarlo, averiguar que son mi mitad, estoy segura. Con el paso del tiempo he aprendido que hay cosas que sí duran para siempre, que están ahi y no se mueven ni se moverán nunca, que nada ni nadie va a cambiar que dejemos de entendernos, que dejemos de ser tan diferentes y tan iguales al mismo tiempo. Y entonces me doy cuenta de por qué han conseguido que las tenga en un puesto tan alto, un puesto en el que solo están ellas. Porque nosotras somos muy típicas en no saber lo que que queremos, pero si sabemos lo que NO queremos, no queremos separarnos, no queremos que nos separen. Y hoy me apetece darles las gracias, abrazarlas, hablar con ellas. Si, definitivamente, las quiero. Hoy me apetece recordarles que valen oro. Para mi... mis hermanas son.


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