Haz lo que quieras. Quiéreme hasta llegar a odiarme. Despiértame cada día a base de besos y caricias, susúrrame todos los días lo guapa que estoy aunque ni si quiera sea cierto. Sorpréndeme cada día con cosas nuevas y llévame a cenar a un sitio distinto cada noche. Agárrame de la mano cuando vayamos andando por la calle. Ríete de mis celos cuando miras a otra chica que no sea yo, aunque sepa que es a mi a quien de verdad quieres. Bésame en un pase de cebra porque, simplemente, te morías de ganas y no podías esperar más. Discúlpate al final de tus malos días por haber estado tan tonto e insoportable y, entonces, llévame a ver las estrellas a ese sitio que tanto me gusta, inventando nuevas constelaciones y después, tápame con tu chaqueta porque hace frío a esas horas de la noche. Dedícame una sonrisa cuando estemos en medio de una pelea, porque sabes que de esa manera olvidaría todo lo que has hecho mal y me volvería a perder en tus besos sin importarme lo ocurrido. Cántame aquella canción que tanto me gusta cuando me enfado contigo y hazme reír como solo tú saber hacer. Cómeme a besos cada vez que me pongo ñoña y abrázame cuando más lo necesito y menos lo merezca. Haz todo lo que quieras... Pero, sobre todo, nunca te alejes de mi.

No hay comentarios:

Publicar un comentario